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El domingo 15 de julio ha concluído otra edición de la copa América. Se han enfrentando en la instancia final las selecciones de Argentina y Brazil.

Argentina, a lo largo de la competición, demostró un fútbol de toque y posesión del balón. Brazil, con altibajos, llegó a la final siempre tratando de jugar al ataque con mucha velocidad, partiendo desde la mitad de cancha y con recorrido de los volantes y delanteros. El técnico Dunga le ha impuesto al equipo ese sello «característico» en él , como cuando era jugador, una selección verdeamarela más aguerrida.

La final generó en el pueblo Argentino, una gran expectativa, porque llegaba en condición de favorito y con muy buenas actuaciones frente a equipos de categoría sudamericana. El punto de inflexión era ésta final, comparar en que nivel se encontraba frente a una selección de nivel mundial, con diferentes jugadores individuales y de más jerarquía que las selecciones enfrentadas anteriormente.

El partido tuvo un trámite atípico, ya que a los cuatro minutos de comenzado el encuentro, Brazil se encontró con un gol a favor. Fue un pelotazo largo hacia Julio Baptista, jugador del Arsenal, éste controlo el esférico frente al «ratón» Ayala y remató al arco, venciendo a un Abbondanzieri, sorprendido y sin respuesta.

A partir de ahí, el planteamiento de Dunga, le vino como anillo al dedo. El equipo brasileño se replegó y aprovechó los contraataques. Argentina llegaba con poca claridad, un remate en el palo de Riquelme y el bueno de román no pudo concretar una pelota que le quedó después de una jugada de Tevez. Otra vez la contundencia en éste tipo de finales, demuestra lo importante que es la efectividad en ésta clase de partidos, tan parejos.

Terminando el primer tiempo, un centro al medio del área tuvo la mala fortuna que Roberto Ayala empujo en propia portería.

En el segundo tiempo, Basile trató con varios cambios, torcer la historia, pero ésta vez no tuvo la suerte de otros partidos.

El tercel gol, llegó con un contraataque letal en el cuál Román Riquelme quedó defendiendo como marcador central. Esto da la pauta del desorden del conjunto albiceleste en el segundo tiempo.

Hablar de fracasos, o de terminos de ciclos para algunos jugadores, me parece un término TOTALMENTE ERRONEO. Si hay que mejorar los errores que se cometieron, para que no suceda en la copa del Mundo, el torneo más importante y el objetivo final.

Se me vienen a la mente situaciones parecidas, como contra Alemania, el amistoso frente a Brazil o contra España. Y en los tres partidos hubo algo muy en común que realmente me llama la atención: Los equipos rivales jugaron con doble cinco, anulando a Riquelme, dándole muy poco espacio y movilidad. Es increíble como cae el rendimiento, ésto hay que solucionarlo inmediatamente. Buscar otras variantes, otros jugadores que puedan cumplir ese rol y que no caiga sólo en Román.

Hay que respaldar a los jugadores y darle también oportunidad a los más chicos, buscando ese equilibrio que tanto deseamos para la selección nacional.

Por admin

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